DIÁRIOS DE CAMPANHA PROPOLAR 2017-18 |
Miguel RAMOS en navegación a bordo del BIO Hespérides por el mar de Drake a 10 de febrero de 2018. El 31 de enero de 2018, viajamos el equipo de investigación, formado por Gabriel, Sara y Miguel, del aeropuerto de Punta Arenas con destino a la isla antártica de Rey Jorge en el vuelo fletado por el programa portugués de investigación polar PROPOLAR. El viaje fue cómodo y rápido, mucho mejor que la clásica travesía del pasaje Drake en buque, desde donde escribo esta entrada al final de mi etapa, breve pero intensa, de trabajo. Me encuentro en el mar de Drake a borde del BIO Hespérides buque insignia de la investigación polar española, cuando sólo han pasado apenas 14 días de mi llegada a la base antártica Búlgara (BAB) (isla Livingston) con mis dos fantásticos compañeros de trabajo Sara y Gabriel con los que compartiría unos días de ciencia y convivencia con los otros equipos de investigación con los que nos encontramos en la BAB (isla Livingston). La primera impresión al desembarcar fue que el deshielo este año había sido muy intenso, dejando parte del terrenos ganado por el glaciar en los últimos 10 a 12 años al descubierto, con la aparición de generadores y pequeñas estructuras que la inmensa lengua blanca de hielo había engullido, poco a poco, en su avance. La acogida por el jefe de la BAB, Jordan, y su equipo fue, como de habitual, tremendamente afectiva dándonos todo su apoyo para la realización de las actividades de investigación propuestas. El trabajo lo realizamos de forma coordinada con Miro, joven ingeniero Búlgaro voluntario que nos procuraba el transporte del material pesado en una de las motos de nieve y además tomaba una excelentes fotografías con su equipo profesional. Comenzamos por la calibración de los instrumentos de medida de temperaturas, este año formados por unas novedosas cadenas con conexión inalámbrica que nos permitirán en el futuro, durante al menos tres años, volcar los datos sin extraer las sondas y por lo tanto sin interrumpir el régimen térmico establecido en el suelo. Con los instrumentos calibrados, realizamos la reposición de los sensores en las perforaciones, estaciones meteorológicas y nivométricas situadas en diferentes altitudes y orientaciones que conforman parte de las estaciones de medida asociadas a los protocolos internacionales CALM y TSP. Otra de las actividades consistió en la medida de la posición de los puntos de control en diferentes experiencias de movimiento de laderas por procesos de solifluxión mediante GPS diferencial. La visita a las estaciones posicionadas en las zonas más elevadas de la zona Monte reina Sofía, donde se sitúan los sondeos más profundos, entre 15 y 25 metros, en las proximidades de la Base Antártica Española (BAE), con una visita breve a sus nuevas instalaciones, dieron por concluido mi trabajo. Sara y Gabriel continúan desarrollando el proyecto enfocado al estudio térmico del permafrost, y dirigido por el profesor Gonzalo Vieira, con una breve estancia en la BAE y su posterior traslado a la Base Argentina Primavera, situada en la península antártica en bahía Cierva, hasta principios de marzo, buena continuación de campaña para ellos, magnifico final para mí. Un abrazo Antártico para todos los compañeros que hemos encontrado por el camino y que han colaborado para que nuestro proyecto colaborativo entre Portugal y España continúe con éxito. Así como a las instituciones Portuguesas y Españolas como PROPOLAR y programa polar Español que han financiado y apoyado esta actividad.
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