El día 26 de enero, después de varios días de retraso sobre el calendario previsto y un intento fallido de descargarnos en Byers, por fin estábamos pisando suelo de la península. Esa tarde la dedicamos a preparar el campamento, integrado por 12 personas (el grupo de biólogos liderado por Angélica Casanova, Pablo, el técnico de campo del INACH, Antonio, Marc y yo mismo). Por delante teníamos apenas 4 días para acometer todas las actividades científicas previstas inicialmente para el doble de jornadas, a lo que hubo que añadir el mal tiempo que nos tocó en esos días. Pese a estos inconvenientes logramos todos los objetivos planteados a base de hacer jornadas de trabajo de hasta 13 horas. El resultado fue el sugiente: se descargaron los datos de temperaturas tomadas por los dataloggers instalados el año pasado en las cuencas de los lagos Domo, Cerro Negro y Escondido, y se volvieron a instalar; se tomaron 16 muestras de suelos para aplicar varios tipos de análisis a lo largo de un transecto entre el glaciar Rotch y la terminación W de Byers; se colectaron también 17 muestras de diferentes puntos de la península para datar por nucleidos cosmogénicos; finalmente, se pudo hacer un perfil geoeléctrico en el sector de terrazas marinas contiguo al Sealers Hill. El análisis preliminar del perfil obtenido es prometedor, pues los datos. parecen sugerir la existencia de permafrost esporáfico sobre los niveles de terrazas marinas elevados. En la mañana del día 31 de enero recogimos el campamento y transportamos conjuntamente toda la carga hasta la playa para embarcar de nuevo en el buque Aquiles mediante zociacs y una barcaza, pero la operación no se pudo completar a causa del escaso calado del borde costero de Byers en marea baja. Finalmente nos transportaron al buque en helicóptero. Atrás quedaron duros días de cansancio y mal tiempo. Sin embargo, estábamos satisfechos por el trabajo realizado, y felices de disfrutar de la comodidad del Aquiles. Os comentários estão fechados.
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